Visión

“Crear un mundo con el amor de una madre,
donde nadie se sienta solo y todos vivan en paz,
respetando a los demás”

Las madres no escatimarán nada si es por sus hijos. Una madre consuela los corazones heridos y les da valor y fuerza para volver a levantarse. La Presidenta Honoraria Zahng Gil-jah visualiza un mundo pacífico, donde nadie se sienta solo y todos se respeten.

Un mundo donde nadie sea descuidado

Cada persona es preciosa y no debe ser descuidada. Ella ha dedicado su vida a hacer posible que todos vivan en paz y felicidad, poniendo fin a la discriminación racial, étnica, religiosa, de género o de edad.

“La vida es muy corta. ¡Qué desafortunado sería para una persona tener que soportar las dificultades de una vida solitaria y corta! En la aldea global, hay muchas personas que están siendo descuidadas y viven aisladas. En esta situación, ¿acaso no se sentirían reconfortados si hubiera personas caminando con ellos y animándolos?”

La humanidad es una gran familia

“Desde el espacio, la Tierra parece una aldea y los 7700 millones de personas son todos miembros de una familia.”

Aunque la apariencia, el idioma, la nacionalidad y el entorno pueden ser diferentes, todas las personas de la aldea global pueden considerarse como una familia gigante. La familia es la unidad social más preciosa conectada por el amor. Está compuesta por un padre, una madre y los hijos que se consideran, respetan y aman. Como el amor y la orientación de una madre fomentan la armonía dentro de una familia, si todos los miembros de la aldea global se abrazan con el corazón de una madre, se abrirá la puerta de la comunicación y todos nos uniremos.

El mundo cambiará cuando las personas cambien

“Una persona es la unidad más pequeña de la humanidad. Un pensamiento positivo o un cambio de comportamiento pueden generar felicidad y paz entre sus familias, vecinos, comunidades y nación, lo cual lleva a un futuro más brillante para todo el mundo.”

Detrás de cada personaje noble hubo una madre que se sacrificaba y no escatimaba esfuerzos para cuidar y educar a su hijo. En ese sentido, podemos decir que las madres son las mejores maestras y pacificadoras de la humanidad. Si todos pueden compartir la calidez que aprendieron de sus madres y se consideran, las disputas y los conflictos desaparecerán de nuestra sociedad y serán reemplazados por el desarrollo sostenible y la paz.